Ud. detectó que un familiar o amigo ha cambiado sus hábitos, está más aislado, lo encontró mintiendo, negando evidencias, en cuanto al manejo del tiempo y el dinero.
También lo nota irritado, ansioso, triste o angustiado, acelerado o agresivo. No sabe a qué atribuirle los cambios, a pesar de las justificaciones que pueda darle. Si habla con él se altera mucho, entonces no sabe si dejarlo así o meterse más y confrontarlo.
Sospecha que hace desmanejos con el dinero, que nunca tiene, que pide prestado, que un día tiene mucho y otros días no tiene nada, que promete devolver pero luego no puede, o solo devuelve una parte.
En esas ocasiones Ud. puede comunicarse con nosotros
No siempre es necesario que esa persona "reconozca" que está jugando en exceso
Quizás para él, no sea más que una mala racha.
Pero es posible que esté atrapado en el circuito adictivo y no lo puede reconocer ni frenar. La culpa puede ser muy intensa y no la puede admitir.
El lugar del Otro (familiar o no familiar) se vuelve muy importante a la hora de intervenir.
Si se prolonga demasiado en el tiempo, la ludopatía se consolida, se encarna en la subjetividad y es más difícil trabajarla.
No hay tiempo que perder, si hay sospechas de esa adicción.